Quisiera exponer todas las fotografias que hicimos el pasado lunes día 7 de diciembre, pero son demasiadas y lo que quiero es describir la gran "romeria" de las miles y miles de carpas que habitan el Embalse de Almendra.
Carlos y yo habiamos decidido intentar pescar el lucio en este paraje ya que teniamos noticias de que junto a esta colonia de carpas conviven, también, lucios muy grandes. Capturar alguno, para nosotros supondría cambiar el escenario de pesca intercalándolo con el Embalse de Ricobayo y asi oxigenar éste ya que somos muchos los pescadores que nos concentramos durante el invierno vareando los mismos lugares, tanto de orilla como con barca.
Decidimos comenzar nuestra aventura en una zona de Carbellino muy frecuentada en primavera y verano por pescadores de carpa a la inglesa, incluso por los típicos y mas anticuados, pescadores de fondo. El día era gris, húmedo con rachas de niebla pero no demasiado frio, yo diría que templado.Montadas nuestras cañas nos dirigimos hacia la orilla pisando las redondeadas y deslizantes peñas lavadas y desgastadas por el agua que, a veces, dificultan su franqueo exponiendo a los pescadores a peligrosos resbalones. Ya allí comenzamos a descubrir que algo estaba pasando con la población de carpas, veiamos las aletas y los lomos asomar en la superficie efectuando algunos saltos típicos de la especie. Sabiamos que habia muchas, millares, pero solo veiamos lo que la altura de nuestros ojos nos permitia. El embalse estaba "plagado" de carpas. Es invierno y nos parecia extraño observarlas en la superficie.
Habiamos ido a pescar el lucio y solo estabamos equipados con el material para ello por lo que lance a lance fuimos recorriendo parte de la zona que pensabamos mas adecuada. Los resultados no eran buenos y no teniamos nigún indicio de que nuestros señuelos fueran perseguidos por lo que decidimos dedicarnos a observar el entorno y descubrir un camino del que teniamos una ligera descripción pero que ni Carlos ni yo habiamos accedido nunca.La verdad es que se me hacía raro pensar que no conocia la zona despues de haber pescado ese embalse desde hace treinta años o... Hay que reconocer que es muy muy muy extenso. Al fin llegamos al recodo vadeado por un gran puente que la escasez de agua en estos momentos lo hacia aun mas enorme. Nos asomamos desde su altura y comenzó el "espectáculo"
Unos enormes y largos "regueros" negros se desplazaban por la superficie del agua formado diversas figuras, en algunos casos geométricas, que iban recorriendo el inmenso recodo de agua que desde el puente podíamos otear. Eran carpas, unas detrás de otras siempre habia una en cabeza que dirigia la resto, a veces, se disgregaban y formaban nuevas figuras como si de un dibujo a trazos se tratara.El reguero estaba compuestro por montones de carpas unas al lado y otras detrás formando un cordon grueso y viviente. Todas parecian iguales de tamaño y creo que así era; no habia ni una mas grande ni una más pequeña. Ni Carlos ni yo sabiamos, ni sabemos, el 
porqué, pero así era.
porqué, pero así era.
Estoy seguro de que si hubieramos sobrevolado toda la extensión de esta, aún inmensa, masa de agua el espectáculo hubiese sido sobredimensional; los regueros ocuparían todos y cada uno de los metros de agua embalsada dibujando formas procesionarias, de momento para mí inexplicables.
¿ Se defenderian de algo?: depredadores, contaminación, falta de oxígeno, temperatura de algua, efectos del cambio climático,............ o esto ha sido siempre así.
Pasamos algunas horas disfrutando de la belleza que nos producía aquel estado y mi última reflexión antes de iniciar el regreso fue:" me alegro mucho de haber venido ya que esto solo se puede explicar viéndolo" asi es el mundo natural.
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